Hoy en día existen excelentes traductores, como el Traductor de Google. Pero exigen enviar los textos a sus servidores, a través de Internet, para que sus redes neuronales los analicen y traduzcan.
Esto, como es fácil suponer, es un desastre en términos de privacidad, especialmente si estás traduciendo textos privados o sensibles. ¿Es técnicamente necesario? No, como demuestra Firefox Translations, el traductor basado en IA sin Internet que ha presentado Mozilla esta semana.